Se trata del artículo Viaje al Valle de Pedernal, el origen de los nuevos grandes vinos de San Juan de Fabricio Portelli para la sección Tendencias del diario nacional Infobae
Portelli destaca la calidad del terroir del Valle de Pedernal a partir de la virtuosa articulación entre suelos únicos, con un clima ideal para la vid, potenciado por la viticultura de precisión, cuyo resultado son vinos excepcionales que van ganando terreno en el mercado y logran reconocimiento internacional. Como resultado llega a la conclusión que “Terruño se nace, pero también se hace” gracias a la intervención del hombre y su conocimiento.
En un país como Argentina, donde ya son 18 las provincias productoras de vinos (Mendoza, San Juan, La Rioja, Salta, Catamarca, Neuquén, Río Negro, Córdoba, La Pampa, Buenos Aires, Tucumán, San Luis, Chubut, Entre Ríos, Santiago del Estero, Misiones, Jujuy y Santa Fe), San Juan se destaca como segunda provincia productora con 44.923 ha plantadas, con tamaño medio de un viñedo es de 9,2 ha; siendo que el 70% de las vides pertenece a variedades, en especial, Malbec, Syrah y Bonarda, para elaboración de vinos y el resto para uva en fresco y pasas.En este marco, explica que la irrupción de los vinos de altura, en especial, los del Valle de Pedernal vuelven a poner a San Juan como protagonista de la vitivinicultura Argentina:
“Pedernal (en inglés, flintstone) es una variedad de Silex, roca utilizada en épocas prehistóricas para encender fuego o elaborar herramientas cortantes. Con el impulso de grandes bodegas como Finca Las Moras, Familia Millán y Pyros (Bodegas Salentein), pero también con vinos de pequeños productores como Graffigna-Yanzon, miembros de la familia pionera en la zona, o incluso bodegas mendocinas de renombre (Susana Balbo Wines, Bemberg Estate, etc.) que también elaboran Malbec de Pedernal atraídas por su carácter distintivo.
En el Valle de Pedernal, que supera los 1300msnm, hay diversos suelos que proponen una gran diversidad de vinos, tanto blancos como tintos. Y si bien cada viñedo es único, lo que permite que eso llegue a las copas es el mayor conocimiento del lugar a partir del estudio, tanto del suelo como del clima. Ya está comprobado que allí hay muchos rincones muy aptos para la vid, y que algunos hasta son únicos en el mundo por la composición de sus suelos, permitiendo un desarrollo distintivo de las uvas. Y eso ya está al alcance del consumidor en varias etiquetas.”
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